5.9.12

ESPEJOS PLANOS

Por espejo se entiende toda superficie en la cual se produce la reflexión regular. Por  ejemplo:

una lamina de metal, un vidrio pulido, la superficie de un lago o estanque en reposo. 


En estos espejos, la imagen de un objeto es siempre virtual, del mismo tamaño y simétrica del objeto con respecto al plano del espejo.

Un espejo consiste en una superficie ideal perfectamente pulida, en la cual se produce una reflexión especular, pero los espejos que se usan comúnmente en las casas consisten en un vidrio pintado por atrás con una sustancia llamada nitrato de plata. En esta sección estudiaremos algunas propiedades de las formaciones de imágenes.


FORMACIÓN DE IMÁGENES

·       Las imágenes en un espejo plano
·       Las imágenes en más de un espejo plano

LAS IMÁGENES EN UN ESPEJO PLANO

Cuando ves tu imagen o la imagen de un objeto en un espejo plano, lo que ocurre es que los infinitos rayos provenientes del objeto al llegar al espejo son reflejados en ángulos iguales a sus ángulos de incidencia. Los rayos que divergen del objeto al reflejarse, divergen del espejo. 



      En un espejo plano, las imágenes presentan inversión lateral; es decir, el lado derecho del objeto aparece como el lado izquierdo de la imagen.

La imagen virtual es del mismo tamaño que el objeto.
La imagen de un objeto en un espejo plano parece estar detrás de la superficie del espejo a igual distancia que la que hay entre ésta y el objeto. Pero no es una imagen real; la luz no procede de detrás del espejo, sino que llega a los ojos reflejada como si procediera de un objeto situado donde está la imagen. Este tipo de imágenes se llaman imágenes virtuales.

Estos rayos divergentes parecen emanar de un punto detrás del espejo. Un observador que ve su propia imagen o la de un objeto reflejado, tiende a pensar que los rayos provienen de dicho punto, por lo que la imagen se dice virtual, pero en la realidad los rayos provienen de la superficie del espejo.

Una imagen real, en cambio, se forma cuando los rayos de luz son convergentes. Esta imagen no la podemos percibir directamente con nuestro sentido de la vista, pero puede registrarse colocando una pantalla en el lugar donde convergen los rayos.

Consigue un espejo, ponlo frente a tu cara y apoya tu cara en él. Trata de ver al mismo tiempo tu cara reflejada y tu mano. Verás que no es posible: o bien tu cara se ve nítida y tu mano borrosa, o al revés. Lo que pasa es que tu cara reflejada y tu mano están en planos distintos que no se pueden enfocar simultáneamente. Llamaremos “mundo virtual” al que está detrás del espejo; allí no existen los rayos luminosos, solo sus proyecciones imaginarias, y “mundo real” al espacio donde están los objetos y los rayos de luz.

EJEMPLO:

Tomemos un pimentón y lo ponemos frente a un espejo.

El pimentón representa un objeto real que está frente a un espejo plano y el ojo representa a la persona que está mirando.

Si tomamos un punto del pimentón y desde ahí proyectamos dos rayos luminosos hacia el espejo, vemos que cada rayo reflejado lo hace con un ángulo distinto (α y β).



Vemos que la imagen virtual tiene la misma orientación vertical que el objeto real, por lo que se dice que está derecha. Sin embargo, se produce una reflexión directa: es por eso que al poner un texto frente a un espejo las palabras se ven al revés. Además, la imagen virtual se ve del mismo tamaño que el objeto real.

      A los ojos del observador, los rayos reflejados parecieran venir detrás del espejo. La distancia del objeto al espejo (do) es igual a la distancia entre el espejo y la imagen (di).





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