3.
SEGÚN SU FOCALIZACIÓN O PERSPECTIVA
A.
Focalización Cero
B.
Focalización Interna
C.
Focalización Externa
Existen tipologías de las «situaciones narrativas»
que tienen en cuenta, a la vez, los datos del modo y la voz narrativa. No
obstante, en ellas se produce una confusión entre la pregunta: ¿cuál es el
personaje cuyo punto de vista orienta la perspectiva narrativa? Y otra pregunta
muy distinta: ¿quién es el narrador?, o, en otras palabras, entre la pregunta:
¿quién ve? Y la pregunta: ¿quién habla?
Por eso conviene no tener en cuenta aquí sino las
determinaciones modales, es decir, las que atañen a lo que suele llamarse el
«punto de vista».
Las características de un relato están condicionadas
por la perspectiva
o focalización escogida por el narrador para contar los hechos, esto es, el
lugar en que se ubica con respecto a los acontecimientos que va a narrar, su foco, o ángulo de visión.
Se llama perspectiva narrativa al modo de regulación
de la información que procede de la elección (o no) de un «punto de vista»
restrictivo.
Los puntos de vista, o focalizaciones, usados por el
hablante narrativo pueden ser:
A.
Focalización Cero: Se identifica con el narrador omnisciente, con la «visión por
detrás», el narrador se sitúa por encima del mundo narrado. Se simboliza
mediante la fórmula Narrador >Personaje, en que el narrador sabe más
que el personaje o, dicho con mayor precisión, dice más de lo que sabe
personaje alguno.
Ejemplo:
"Para siempre habría de recordar el instante en que hubo de abandonarla.
Cada vez que la recordaba, sentía que su mundo interior se desplomaba y la
angustia inundaba su ser".
B.
Focalización Interna: Es la perspectiva en que Narrador = Personaje. El narrador no
dice sino lo que sabe tal personaje: es el relato con «punto de vista» o con
«campo limitado», es la «visión con». Si el relato está escrito en tercera
persona se le considerará de focalización interna si se puede reescribir en
primera persona sin que esa operación entrañe «ninguna otra alteración del
discurso que el propio cambio de los pronombres gramaticales»: así, una frase
como «James Bond divisó a un hombre de unos cincuenta años, de aspecto aún
joven, etc.» es traducible en primera persona («divisé, etc.») y corresponde,
por tanto, a la focalización interna.
La focalización interna puede ser fija, variable o
múltiple:
1
Focalización interna fija
2
Focalización interna variable
3
Focalización interna múltiple:
1
Focalización interna fija: La focalización interna
puede corresponder a la ubicación de un único personaje.
Ejemplo:
“Pues siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi padre ciertas sangrías
mal hechas en los costales de los que allí a moler venían, por lo cual fue
preso, y confesó y no negó, y padeció persecución por justicia.”
Anónimo, El
Lazarillo de Tormes.
2
Focalización interna variable: diversos personajes dan
sucesivamente diversas perspectivas para relatar distintos acontecimientos de
la historia.
Ejemplo:
“No sé cómo alcancé a decirle que era lo mismo, algo así, y escuché el
ruido de la puerta al cerrarse y entonces me tapé la cabeza con las frazadas y
qué le iba a hacer, a pesar de
os cólicos me mordí las dos manos
y lloré tanto que nadie, nadie puede imaginarse lo que lloré mientras la
maldecía y la insultaba y le clavaba un cuchillo en el pecho cinco, diez,
veinte veces, maldiciéndola cada vez y gozando de lo que sufría y de cómo me
suplicaba que la perdonase por lo que me había hecho.
Es lo de siempre, che Suárez, uno corta y abre, y en una de esas la gran
sorpresa. Claro que a la edad del pibe tiene todas las chances a su favor, pero
lo mismo le voy a hablar claro al padre, no sea cosa que en una de esas
tengamos un lío. Lo más probable es que haya una buena reacción, pero ahí hay
algo que falla, pensá en lo que pasó al comienzo de la anestesia: parece
mentira en un pibe de esa edad. Lo fui a ver a las dos horas y lo encontré
bastante bien si pensás en lo que duró la cosa. Cuando entró el doctor De Luisi
yo estaba secándole la boca al pobre, no terminaba de vomitar y todavía le
duraba la anestesia pero el doctor lo auscultó lo mismo y me pidió que no me
moviera de su lado hasta que estuviera bien despierto.”
Julio
Cortázar, La señorita Cora.
3
Focalización interna múltiple: Varios personajes
describen, desde sus particulares perspectivas, el mismo acontecimiento.
Ejemplo:
“Por primera vez he visto un cadáver. Es miércoles, pero siento como si
fuera domingo porque no he ido a la escuela y me han puesto este vestido de
pana verde que me aprieta en alguna parte. (...) No he debido traer al niño. No
le conviene este espectáculo.
A mí misma, que voy a cumplir treinta años, me perjudica este ambiente
enrarecido por la presencia del cadáver. (...) Vine. Llamé a los cuatro
guajiros que se han criado en mi casa. Obligué a mi hija Isabel a que me
acompañara. Así el acto se convierte en algo más familiar, más humano, menos
personalista y desafiante que si yo mismo hubiera arrastrado el cadáver por las
calles del pueblo hasta el cementerio.”
Gabriel García Márquez, La hojarasca.
C.
Focalización Externa: Se simboliza mediante la fórmula Narrador < Personaje. El
narrador dice menos de lo que sabe el personaje: es el relato «objetivo» o
«conductista», que corresponde a la «visión desde fuera». El héroe actúa ante
nosotros sin que en ningún momento se nos permita conocer sus pensamientos ni
sus sentimientos.
Ejemplo:
"– Ven acá, Héctor, que aquí te espero – gritó,
rojo de furor, Aquiles.
– Ya voy, por los dioses que ya voy – replicó Héctor
mientras retrocedía velozmente.
Entonces Aquiles arrojó su broncínea lanza, la cual
atravesó el escudo y la armadura del troyano, el cual cayó de rodillas en el
campo, arrojando lejos de sí su espada."
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