Aquí se fusionan los dos estilos anteriores; el relato
se torna más complejo y, a veces, ambiguo, esto porque el narrador parece
hablar desde dentro del personaje.
Ejemplo:
Antonio siempre la recordaría.
Tanto en estilo directo como en el estilo indirecto,
es importante manifestar la intención del personaje – hablante a través de
formas verbales, tales como: decir, expresar, aclarar, contar, referir, llamar,
gritar, advertir, prometer, avisar, anunciar, preguntar, responder, contestar,
argüir, argumentar, etc. Si el narrador quiere precisar las acciones verbales,
puede recurrir a fórmulas tales como: afirmó con certeza, acotó con seguridad,
negío rotundamente, respondió titubeando, dijo con voz entrecortada, gritó
enojado, advirtió con tono severo, etc.
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